Mostrando entradas con la etiqueta abuelo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta abuelo. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de septiembre de 2016

martes, 30 de agosto de 2016

Laguna de Yahuarcocha













La laguna de Yahuarcocha.
De origen glacial lleno de leyendas, ubicado a 3 km de Ibarra, su significado en lengua aborigen es “Lago de Sangre”, porque aquí se produjo la batalla entre Incas y Caranquis.
Está rodeada por el autódromo internacional “José Tobar”, donde antes se desarrollaban competencias, pues visualicé rompe velocidades. Lástima, ahora, observé subutilizadas sus instalaciones. Sería bueno la Alcaldía de Ibarra, reviva esta pista y reanime el deporte automovilístico; ofrezca un mejor producto para los turistas nacionales e internacionales. El paisaje es hermoso, pero algo me decepcioné, no pude correr  mi nave siendo este mi deseo desde niño; disfrutar manejando de un Porsche (en mi caso imaginarme sea ese mi vehículo) a la velocidad que más se alcance en ése autódromo.

domingo, 10 de abril de 2016

ORO A JHWH POR TI Y POR ÉL.






ORO A JHWH POR TI Y POR ÉL.
Déjame vivir una lluvia más, para recordar cuando bajo ese caño nos bañábamos.
Déjame vivir un sol más, para recordar cuando ambos jugábamos con la arena del mar.
Déjame escuchar, una vez más, la majestuosa obra del “Ave María”  de Schubert,
Y sea así mi amor emulado por lo más cercano y  más sublime que siento por ti.  

Déjame también sentir, una vez más, mi tristeza y mi dolor por tu ausencia, mi bello ángel.
Déjame valorar, por esta condición, el inmenso precio de mi soledad por no tenerte.
Déjame vivir de mis recuerdos, un poco más, para que mi agonía no me torture.
Dame un tiempo más, para orar a María en este presente y en el futuro cósmico vernos.

Déjame soñar… déjame seguir pensando en ti, recibiendo la limosna de tus abrazos.
Déjame seguir sonriendo con mi nostalgia, mendigándole a un gran amor que me exilió.
Déjalos seguir a mi mente y a mi corazón alimentarse con nuestras bellas memorias.
Déjame vivir, un poco más… suplicarle a Yahvé por ti, por tu bienestar y el de él, mi bebé.

Franz Merino