YAHUARCOCHA OTRA VEZ
EN LA HISTORIA
Estoy percibiendo la sangre en el viento del norte de mi
serranía;
una nueva Yahuarcocha se aproxima para sumar más
viudas.
No con lanzas ni quipus incas,
sino con fusiles, tanquetas y gases que ciegan la
conciencia.
Un emperador sin trono ni corona, empeñado en someter a
guerreros ancestrales,
dicta órdenes desde una Gobernación y desde el mármol de un
hotel del desprecio,
con un ejército sin alma, muchos de reciente mestizaje,
y una policía que ha olvidado el rostro humano de la
orfandad.
Los indígenas del norte: los Karankis, los Otavalos, los
Kayambis y más,
no tienen metralletas, ni cascos, ni botas militares, ni
escudos blindados;
solo la dignidad tatuada en la piel, zapatos gastados,
y la memoria de Efraín Fuerez como estandarte.
No disparan balas: disparan reclamos justos,
verdades que gritan ancianos y niños, mientras callan muchos
periodistas pagados.
No lanzan perdigones que atraviesan el pulmón y las
costillas;
lanzan preguntas que el poder no sabe responder, cegado por
su codicia sin fin.
Recuerden: la estructura es la pobreza,
y el detonante de la desesperación de todos los padres: el
alza de los combustibles.
Pero el fuego que arde no está en las calles de
Imbabura:
está en las entrañas de una historia que no cesa de
repetirse con la represión.
Yahuarcocha no es pasado: ahora es símbolo del rechazo a la
ocupación.
Es advertencia del fracaso del consumismo.
Es grito contra el capitalismo depredador, sin justicia
social.
Es el espejo de hoy: nuestro Ecuador, a punto de convertirse
en un lago de sangre.
Franz Alberto Merino Dávila
Poeta y escritor ecuatoriano con hambre de gritar: ¡tengan
piedad!
https://franzmerino.wordpress.com/
https://cuidadoresanonimos.blogspot.com/
https://www.autoreseditores.com/franzmerino
No hay comentarios:
Publicar un comentario