¡Castígalos, Señor!, ¡a parte de tu pueblo mestizo y blanco de Alonso Mercadillo!
¡Loja, aprenda a distinguir al perverso del honorable!
¡Necesitan aprender a ser solidarios, mi Señor!, ¡21.847 citadinos!
Golpéalos con el mismo tolete con el cual se fustigó al autónomo hambriento.
Todos ellos resbalen en sus bañeras y recuerden las aceras del revocado.
Ellos acumulen deudas y nunca salgan adelante.
Se los aceche y llene de multas de tránsito a sus trabajos asalariados básicos.
¡Castígalo a él también, Señor y márcalos con el desdén a todas sus generaciones!
Sexta parte de Loja sufre del síndrome de Estocolmo, ¡enamorado de su verdugo!
¡Empújalos, Señor!, ¡empuja tu palma con fuerza entre sus ojos!
Los enemigos, ¡sí!, están en el pueblo y son el 15.17% de Loja.
El político no es el enemigo, ¡son ellos!, ¡sepáranos de ese pueblo maldito!
¡Loja, para mí ya dejó de ser la culta, 21.847 cautivos por el mayor indigno de Loja!
¡En La Inmaculada Concepción de Loja, abundan las manchas deshonrosas y verdugos!
¡Castígalos, Señor!
¡Exílialos, Señor!
¡Purifícalos, Señor!
¡Exílialos! ¡Exílialos!
Franz Alberto Merino D`Ávila
Escritor y poeta ecuatoriano.
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