A quienes pretenden sembrar en mi ser, o injertar en mi tronco espiritual, líderes distópicos o figuras políticas malditas:
No soy tierra
fértil para el odio lleno de palabrotas, ni antena de destrato y medio de
saqueo,
ni mente baldía
para la diáspora de la manipulación venenosa y purulenta en las sombras.
Solo hallarán
resistencia lúcida en mi terreno andino sin nieve, sí con lava ardiente.
Aspiro tizar en las canchas mentales de los devotos del
conservadurismo extremo y la ultraderecha, no como acto de confrontación, sino
como reivindicación del pensamiento crítico. Mi único líder es el mutualismo
simbiótico con la Dualidad Sagrada, quien usa el dedo índice de la Capilla
Sixtina de mi sindéresis.
No es cansino gritar hasta el final a mi gente:
¡Pasos sin miedo! ¡Justicia, conocimiento, verdad y alegría!
Franz Alberto Merino Dávila
Escritor y poeta
guayaquileño-lojano
#franzmerino
#franzmerino.blogspot.com
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