Los celulares y su conexión permanente han convertido al usuario en un “individuo programado y callado”, sometido a su explotador digital, a la política de turno y verdugo laboral. Las marchas de protesta social en las calles han desaparecido (ahora se protesta por redes digitales sin nombres ni rostros, utilizando términos fuertes).
Cuando los individualistas programados se desconectan por unos minutos, la política neoliberal y radical toma PRESENCIA REAL en ellos, provocando una continua “crisis existencial”. Como resultado, las personas regresan una vez más a mirar la pantalla de su celular:
¡YA LA REALIDAD DEJÓ DE PROVOCARLES BIENESTAR MENTAL!
¡Despierta, Humanidad!
Franz Alberto Merino Dávila
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