Cabellitos lacios, ondulados, y rizaditos.
Rostros límpidos, otros con dulces pequitas.
Orejitas pequeñas, diferentes, y hermosas
grandes.
Unas te escuchan, otras oyen solo su mecanismo
interior.
Ojitos claros, otros oscuros, unos ven y otros
solo sus inquietas entrañas.
Naricitas perfiladas, puntiagudas, ñatas,
otras bonitas atípicas prominentes.
Labiecitos delgados, atractivos hendidos, y gruesitos.
Bocas que gritan amor, otras siempre en silencio
dirán: ¡te amo, mi Dios!
Manecitas negras, canelitas, y blancas; todas
juguetonas.
Bracitos lampiños, otros decorativamente velludillos.
Piernitas derechas en acción, otras lindas chuequitas,
otras en pausa.
Pieles nítidas, otras con marcas y manchitas mágicas.
Cuerpecitos delgados, gruesitos, otros angelicalmente
frágiles.
Hermosas formas de los niños, terciopelos para
nuestros tactos.
Hagámoslos muy felices cuando veamos a estos pequeños
seres de viva luz.
Nieto, hijo, adoptado, propio, de la calle; niños
todos: ¡la dicha los acompañe!
En homenaje al día del niño con y sin techo, quien
vive con amor… otros con desamor.
Franz Alberto Merino Dávila.
01 – 06 – 2022
Con especial afecto para:
Muy queridos, tiernos, bellos,
mis añorados nietos. Que su niño interior siempre vivo, impoluto, y alegre lo
lleven por siempre. Así sea.
Con puro amor, su abuelito.
Franz Merino.