BICENTENARIO DE LOJA
¿Ser Lojano de cepa o lojano de corazón?
¡Qué más da! ¡A los dos por igual intentará intimar!
Si la cuna te bendice, el amparo local siempre te proveerá.
Cual Centinela del Sur no a toda la gente salvaguardará.
Prefiere su urbe discriminante al blanco local, nacional e
internacional;
Aunque casi toda su muchedumbre es criolla serrana nacional.
Favorecido será el inmigrante niño mestizo que imite al oriundo
conservador.
¿Para qué ser lojano?
En tu infancia te marcará el escribir tu primer poema a mamá
y a papá.
En tu adolescencia harás sonar un instrumento o afinarás tu
canto.
En tu juventud reclamarás Independencia y libertad o tu
primer cuento fraguarás.
Atravesando tu adultez arengarás: ¡fuera los mismos
políticos de siempre!
Sin embargo, volverás a votar por “los mismos de siempre”.
Ser un artista lojano, ya no es una buena elección,
empobrecido morirás.
Para la ciudad universitaria ya no es rentable el arte;
optan por lo digital; no les importarás.
Somos perfectibles humanos...
¿Ser lojano es?
Preferir entrar al cantón por su montaña Villonaco.
Rezar en agosto para ser aceptadas las oraciones católicas
por la Virgen del Cisne.
Ser más cordial con el extranjero norteamericano y europeo.
Ser desdeñoso con el negro y con todo indio ecuatoriano.
Farandulear con poco dinero y divulgar sus experiencias como
las más costosas.
Aparentón de buen linaje, cómoda economía; acomplejado de
burgués.
¿Y, ahora?
No somos faro de luz, tenemos doscientos años de oscuridad.
No tenemos disciplina con mentalidad de grupo empresarial.
No nos apoyamos cuando debemos de apoyarnos... ¡somos
envidiosos!
No logramos entender que Loja mayormente debe depender de
las PYMES.
Aún falta mucho por hacer, dejemos de ser enemigos del
progreso de Loja.
La parsimonia política no contribuye en nada a la producción
de bienes y servicios.
Las autoridades deben saber que no pueden estar por encima
de la gente.
Los ajustes cantonales de aquí en adelante deberá afectar
solo a la burocracia;
Rompamos esquemas; no más metida de mano al pueblo y al
sector privado.
Nos llegó la hora de sacudir nuestros cuerpos; practiquemos
decir: ¡ya, no!
¡Debemos actualizarnos pueblo!
¡Abandonemos el egoísmo citadino!
¡Entre sí, apoyémonos toda la Lojanidad!
¡Consumamos y prefiramos lo nuestro!
¡Despertemos a nuestra verdadera realidad!
¡Hagamos que suceda una sincera hermandad y un progreso comunitario!
Llegó la hora de renovarnos con un fraterno, sincero y
reconfortante grito:
¡VIVA, EL 18 DE NOVIEMBRE DE 1820!
¡VIVA, EL BICENTENARIO DE NUESTRA INDEPENDENCIA!
¡VIVA, LOS HUMANOS LOJANOS!
¡VIVA, LOS HOGARES Y EMPRENDIMIENTOS LOJANOS!
¡VIVA, LOJA!
Franz Alberto Merino Dávila
18 noviembre de 2020
https://sites.google.com/view/wwwfranzmerinocom
El autor de la foto puede reclamar sus derechos, fue capturada
de la web.