viernes, 9 de octubre de 2020

OCTUBRE.



Con el rostro afeitado evitando irritar tu piel y mis manos desinfectadas, te sujetaba.

Sobre mi pecho izquierdo te abrazaba; entonando canciones inéditas de cuna, dormías.

¡Duerma mi angelito... duérmase ya... muy lindos sueños, tendrá!

Paseaba casi flotando con tu cuerpo floral a modo de ritual ante Hipnos, muy lentamente.

A cambio, me concedías la práctica de la virtuosa paciencia y tu rostro complaciente. 

Otras veces, te cantaba canciones originales de cuna, pero para interrumpir tu sueño. 

¡Despiértese mi niña... despiértese ya... le esperan los juegos con papá!

Abrías tus ojitos, y permutabas una sonrisa como pago… ¡contagiaba mi ángel su alegría!

¡Congratulaciones a mi amada niña!

¡Qué se cumplan no solo veinte y cuatro, sino todos tus deseos, mi añorada cría, mi amor!

¡Felicitaciones a mis dos adoradas mujeres...!

¡Bienvenidos “ocho meses” amorosos!  

¡Enhorabuena magníficos octubres del noventa y seis, y del treinta y uno! 

Afortunado evoco al mes de mi princesa y de mi reina, ¡de mi hija y de mi digna madre!


Con mucho amor, 

Franz Alberto Merino Dávila.

Octubre 96/31

@franzmerino #franzmerino


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