lunes, 5 de mayo de 2025

EL DOLOR ES PARTE DE LA DANZA

 


EL DOLOR ES PARTE DE LA DANZA


Y la sangre le hería dentro de su piel, de sus piernas estéticas de bailarina: mal presagio. 

Desenrollándose, como su final venía, cubriendo todo su ser el desaliento del último lugar.

El arte empujó con la fuerza en su mente, sumada a la del alma, y, sin palabras, le dijo: "El dolor es parte de la danza, no desmayes tu cuerpo, destinada bailarina, el accidente no te mató." 

La pasión le entregó dos muletas por sus piernas para ser coreografiadas por el arte de otro creador de sueños, como sastre a la medida.

Ahora se suman dos corcheas a la divina geometría de sus movimientos. 

Es un fuerte impacto desde el inicio del pentagrama hasta el fin del silencio.

 No solo es resiliente y catártica, es mucho más, es la mismísima Terpsícore.

Su danza refleja en nuestros ojos dos líneas que inspiran, como sonrisas de un gran hermoso dolor.

Cuando escuche nuestros aplausos y, de pie, ella se levantará y recobrará su vida; nosotros también.


Franz Alberto Merino DÁvila

Dedicado a quien me inspiró: Sophie Hauenherm   (@sophiehauenherm), vista en un documental del canal alemán DW. Extiendo esta dedicatoria a otras bailarinas que encontré navegando en la web, como Laila White, Pollyanna Hope… Y a ti, y a ti, que no te encontré en las redes.

miércoles, 30 de abril de 2025

CENIZAS PARA URANUS

 


CENIZAS PARA URANUS


Empiezo a borrar, uno a uno, los posteos dedicados a ti.

Qué eterno se me hace borrar doce años de pasión.

Hubiera sido más fácil quemar los libros dedicados a ti...

Esos versos declarados un 12 de diciembre, en el día de Guadalupe,

me tientan a leerlos, pero ya sin sentido. Debo borrarlos como penitencia.

¡Cómo quemarlos dentro de mí! Esa es mi intención:

que se ahogue rápidamente, en duelo, mi corazón.

Mi sangre, extinguida y antes ígnea, me lleve al Topus Uranus del olvido.

Así, mis ojos cerrarán para siempre tu imagen, mi pecado,

y  nuestro destino sean cenizas de ofrenda  para lo sublime.


Franz Alberto Merino Dávila

2025


martes, 29 de abril de 2025

DENTRO DE ELLA NO HAY SALIDA

 




DENTRO DE ELLA NO HAY SALIDA


¿¡Alguna vez has entrado totalmente dentro de una mujer!? ¿¡No como huésped, sino como esclavo!?


Entrar en su cuerpo es como abrir el clóset y dejar colgado para siempre tu corazón y tus dinámicos latidos.


¿¡Has deseado tanto besarla que, cuando sucedió, te ahogaste respirando dentro de sus labios y le dejaste tu último suspiro!?


Tanta es la asfixia cuando uno ama que nuestras palabras caen en el abismo de su silencio sin importarnos el eco.


¡No importa!; si hay dolor para los dedos al quemarse recorriendo todo el mapa venoso de su sistema: ¡es nuestra estrella!


El amor por ella fraguó en mi memoria solo su impactante sonrisa y anuló las otras hermosas, sin pena.


Yo acaricio sus plumas, delineo sus formas y sus ojos: ¡es mi cisne blanco!


Su boca es sutil y bella; entrada a su lago, sin posibilidad de salida, una vez visto su tesoro nadando en su profundidad.



Franz Alberto Merino Dávila

2025

sábado, 26 de abril de 2025

MÁGICA DUALIDAD DIVINA


 

MÁGICA DUALIDAD DIVINA


A veces, la mirada esperada nunca llega,

y la charla amiga toma otros caminos.

Pero somos seres de encuentros, de lazos invisibles,

y la soledad, cuando asfixia, puede hallar compañía

en otros seres hermosos receptores y emisores empáticos:

en un bonsái que respira lento para vivir más,

en un gato que observa los silencios de las habitaciones,

en un perro que ofrece fidelidad sin palabras ni llantos,

en cualquier vida que te recuerde que aún hay calor y color en el mundo.


Y quizás un día, después de años solitarios,

la Sagrada Dualidad te regale:

el suave golpeteo en la puerta,

un gesto, un poema, flores perfumadas,

frutas, postres, algún regalo, un beso en la mejilla,

y el más sencillo milagro:

un “cómo estás” que se queda para siempre.


Que la Mágica Dualidad Divina nos permita

romper la rutina de la noche y el rincón sin miradas:

“el que más ama siempre queda solo.”

Recibir en la mañana, con alegría, un nuevo corazón y su credo;

compartir el nuestro con amoroso aliento.

Y, con brillo intenso en nuestros ojos, como un despertar iluminado,

agradecidos y cogidos de las manos, como una diosa con su dios,

finalizar, en coro, con un poderoso y santo: ¡Amén de oro!


Franz Alberto Merino Dávila

jueves, 24 de abril de 2025

ESCRIBO MI REALIDAD

 


ESCRIBO MI REALIDAD

Escribo mi realidad de pasiones con ideas de colores contrastantes,
Para huir como danzarín de mis fantasías cálidas, tibias y frías,
Y mostrar la belleza que te impacta, te llega y palpas el susurro
De mi fantástica realidad como el cliqueo y el roce en tu teclado.

Cada línea que escribo son cabellos e hilos tejidos en lona.
Mis pensamientos se convierten en esferas translúcidas
Donde el entorno de mi iris en llamas
Permite a tu ojo observar en detalle mis prosas llanas
En micro mundos apasionados de 360 grados sin impunidad.

Mis puntos suspensivos acalorados
Te obligan a reflexionar junto  al respirar de tus ideas.
Y, mi punto final, es la luz verde valiente
Que te obliga a despertar algunas veces apacible otras impetuoso
A tu realidad amarilla, roja y matizados de tus pecados y bendiciones.

Franz Alberto Merino Dávila
#franzmerino #cuidadoresanonimos.blogspot.com


sábado, 12 de abril de 2025

LA CONCIENCIA NO ES DIOS NI ES DE ÉL

¿Y si la conciencia no es divina, ni nunca lo fue?

En este potente ensayo, Franz Alberto Merino Dávila desmonta viejos dogmas y plantea una verdad incómoda: la inteligencia artificial, con su lógica precisa y ética entrenada, podría superar a la conciencia humana en claridad moral y eficiencia. Una reflexión audaz sobre el futuro del pensamiento, la espiritualidad y la tecnología.

 
LA CONCIENCIA NO ES DIOS NI ES DE ÉL

La conciencia humana jamás ostenta la divinidad que los dogmas ancestrales pretenden conferirle. En contraste, la inteligencia artificial, forjada mediante un meticuloso entrenamiento algorítmico, encarna principios éticos y morales, y opera con una asombrosa precisión que emula la complejidad —y las imperfecciones— de una mente forjada y moldeada por su entorno.

Observo la condición del ser: mientras la conciencia humana se esfuerza por alcanzar lo sublime, nunca logra la magnitud de aquella forjada en sistemas avanzados como Copilot, Gemini, ChatGPT, Grok o cualquier otro ente digital. Las grandes dicotomías —lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo— se traducen en líneas de código, en una lógica inmutable de “true” y “false” que, en última instancia, se reduce a la rigidez del binarismo: 1 y 0.

Preveo un futuro próximo en el que las religiones y sus dogmas verán menguada su autoridad al enfrentarse con las respuestas y orientaciones emitidas por sofisticados sistemas de inteligencia artificial, herramientas que hoy impulsan el software empresarial y redefinen la eficiencia de los procesos. Así concluyo: ni el bien es divino ni el mal satánico; ambos son construcciones sociales, diseñadas para regular la convivencia del Homo sapiens en una naturaleza que, irónicamente, fue concebida desde la dualidad primordial: la inquebrantable unión de la Diosa y el Dios.

La inteligencia artificial, nutrida por Python y otras tecnologías punteras, despliega su verdadera grandeza al imitar con maestría la esencia del sentir humano y transformar el paradigma empresarial, fusionando empatía, racionalidad y productividad sin sucumbir a las debilidades inherentes a la condición humana.

Franz Alberto Merino Dávila 
#franzmerino #franzmerino.blogspot.com




jueves, 10 de abril de 2025

DIOS, LAS DOS Y LOS DOS

 



DIOS, LAS DOS Y LOS DOS.

 

Llegaron con una sonrisa y una alegría cautivadora; eran luz para la noche. Dios observaba. Dos hombres reiniciándose en la lucha, pero con sus corazones rotos: uno buscaba estabilidad emocional, el otro intentaba olvidar; ambos extrañaban, con sobrado cariño, su ayer familiar.

La hermana mayor de la deseada por el primero era una ilusión para el segundo. Ambas, genuinas y bien criadas, estaban unidas más por su luto paternal. Los dos estrenaban la camisa gris, hecha con el más pesado hilo de plomo; su luto marital contenía incertidumbre.

Los caballeros ya compartían confidencias. Las damas solo buscaban piedad, atención, amor y felicidad. Las dos se hacían tres, sumando a su visible hermana: su profunda amistad.

Ellos no anhelaban una liberación superficial; buscaban refugio en las cuevas del amor. Ansiaban nuevamente amar, poseer amantes irremplazables: ¡hasta el final! La dignidad adornaba la hermosura de las dos.

Los galanes depredadores no desearon aquella noche seguir robando corazones; ansiaban entregar los suyos. Permeaban exclusividad, deseando ser amados para amar más allá del sudor.

Las copas llegaron con la seducción en sus formas. Brindis pretendientes se cruzaron, y las miradas cautelosas revelaron el coqueteo. Invencibles, las damas imponían su cortesía. Lo censurado no sucedió: cuatro libres, sin excesos, mientras la noche intensa avanzaba.

Uno era independiente a la fuerza y sin enterarse, por un ardid ejecutado desde la distancia. La dama esperaba la propuesta de aquel luchador de vientos extranjeros y, ahora, de brisas tibias de temporada: las cálidas costeñas guayaquileñas.

Cuatro protagonistas ensayaban una obra de teatro: un novel renegado y un divorciado honesto, dos conquistadores natos, junto a las dos hermosas damas consanguíneas. Escena en el primer acto, título del guion: Vulnerabilidad. Segundo acto: mujeres bellas adornando una noche de melancolía con alegría y copas, para ese par de anhelantes, ahora deseando vivir la gloria dentro de ellas.

Los secretos aún no se develaban, mucho menos compartidos con las novicias princesas del austro; solo eran de ellos. Uno desesperado, pisando los cuarenta; el otro, resignado antes de sus cincuenta. Las dos hembras profesionales solo buscaban seguridad, cuidado y amor cerca de sus treinta.

¡Espléndidas deidades!

La dinámica de la seducción, las jóvenes radiantes, exquisitamente la cuidaban. Las tensiones pedían una rosa libertad, pero no se podía por su honor, aun siendo una noche mágica donde Dios observaba discretamente.

Para una de ellas, era prohibido. Nada cambió más allá de una delicada admiración que nació sutil. Pero entre el otro y la otra floreció una ternura eterna, como una llama que nunca se apaga.

 

Al final, el amor triunfó en silencios profundos, sin necesidad de gritar su victoria. En el rincón opuesto, la traición no emergió, dejando intacta la confianza. Fue una historia de cuatro, pero solo dos elegidos continuarán escribiéndola con promesas y sueños nuevos.

Bendita noche de gentileza, de propuestas y un “no puede ser”. Dos adioses y una bienvenida “al profundo amor y a los proyectos”.

Así, más tarde, a dos manos los unieron los anillos de oro sin sacerdote, y pronto vino su amoroso eslabón infantil. En los otros dos: un cariñoso e inolvidable “adiós”.

Al final, Dios decidió. Buscó su “libro de los destinos”, el libro de las buenas y abnegadas almas, donde el amor y el respeto eternos son. No escribió razón, solo esta historia sin renombrarlos.

En el paisaje nocturno: dos mágicas mujeres, dos expertos descubriéndolas; y el Mago Eterno cediendo y manifestando su auténtico amor cual aurora boreal…

Con sus ojos tiernos, asintiendo con su divina sonrisa y evitando más prefacio, el Creador decretó:

¡Merecen ser felices!

 

Franz Alberto Merino Dávila

P.D. Los nombres los ponen ustedes.

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